La dosis de Rehn puede ser excesiva, según BBVA

La profundidad y extensión de los ajustes fiscales sigue siendo motivo de polémica. El servicio de estudios del BBVA divulgará hoy su Observatorio Económico dedicado a España, en el que afirma que Bruselas podría haber subestimado el impacto de los ajustes que España precisa. «Conviene ser prudente y no realizar ajustes fiscales que pueden terminar siendo excesivos», dice BBVA Research.

Según los economistas Rafael Doménech y Javier Andrés, «la economía española necesitaría nuevos ajustes fiscales en los próximos años equivalentes a entre dos y tres puntos del PIB», mientras que con las estimaciones de la Comisión Europea, «el ajuste sería al menos dos veces mayor».

El análisis arranca del cálculo del déficit fiscal estructural que Bruselas difundió en sus previsiones de invierno. Para España, éste sería de un 5,9% del PIB. El déficit estructural es el déficit existente una vez eliminado el efecto del ciclo económico (en nuestro caso, una recesión) y no se aprecia a simple vista, sino a través de complejos cálculos.

Este déficit estructural tan alto llamó la atención de los técnicos españoles que sospechan de la consistencia de los cálculos europeos. Y recuerdan que Bruselas nos adjudica hoy una tasa de paro estructural del 21,6%, lo que supone que sólo un 4,4% del paro sería fruto del mal ciclo económico, lo cual resulta muy difícil de admitir sin mayores explicaciones.

Doménech y Andrés han hecho sus propias estimaciones de paro y saldo fiscal estructural y el ejercicio les da un déficit equivalente al 3% del PIB. Los expertos llaman la atención sobre las grandes incertidumbres que existen sobre estos cálculos y recomiendan la utilización de algún criterio cualitativo para evaluar la situación fiscal española que puede haber cambiado radicalmente con las reformas realizadas.

Frente a la recomendación de un ajuste fiscal más gradual, el documento insiste en la aplicación de más reformas estructurales a la economía española, porque cada punto de reducción del paro estructural supone una bajada de 0,7 puntos en el déficit estructural.

john.muller@elmundo.es